Era un dia normal, acababa de llegar del colegio, con lo cual estaba muy cansado y decidi tomarme una siesta. Cuando me desperte me di cuenta que no estaban mis padres en casa, pero eso era normal para mi, casi nunca estaban, habian veces que faltaban dias y sin llamarme.
Decidi ir a la nevera a tomarme una Coca Cola, para refrescarme un poco, era verano y hacia mucho calor.


Me pase toda la tarde jugando al Far Cry 3, que era mi juego favorito.
cuando pare de jugar era muy tarde, como ya era de noche decidi ir a bañarme y despues dormir.
Aquí es cuando lo raro empezó a suceder. Mientras me bañaba, escuche golpes en la puerta de la casa, no podía ser el viento ya que era verano y como sabemos usualmente en este periodo del año no hace casi brisa.


Me asuste un poco, pero los golpes pararon, termine de bañarme rápido y fui a la puerta con un cuchillo a investigar. Mire por el ojo de la puerta y no había nadie, yo vivía en un piso de apartamento con lo cual no habían ventanas por donde entrar solo la de mi cuarto, y esta daba a la ciudad.
Así que el único acceso que alguien podía tener a mi piso era por la puerta.

Aliviado, me fui a dormir. Pero me desperté sobresaltado como a las 3 de la madrugada, escuchando no golpes, si no que ahora un forcejeo a la puerta del apartamento, rápidamente cogí un cuchillo y trate de llamar a la policía pero alguien había cortado la linea del teléfono. Tenia miedo, pero de repente ceso el forcejeo, y escuche pasos alejándose. Rápidamente fui a mirar por el ojo de la puerta, vi a un extraño con un gran sombrero cubriéndole la cara, tenia una herramienta para romper los seguros de las puertas y un cuchillo. El terror me invadió al ver que este trataba de meterse en el apartamento de mis vecinos, a continuación escuche los gritos y alaridos de estos, me quise despertar pensando que era una pesadilla, pero no lo era.

Y cuando el extraño salio del apartamento de mis vecinos, me escribió con sangre en la pared del pasillo: Otro día vendré a por ti. Solté un grito y parece que el lo escucho, se quito el sombrero, su cara era deforme, pero distinguí una sonrisa tétrica, la de un psicópata. Al día siguiente regresaron mis padres al enterarse de esta noticia tan hórrida, pusieron una doble protección a la puerta. Desde entonces, veo a este deforme ser merodearse de noche por el edificio, tratando de entrar a mi apartamento, sin éxito.



Asi que amigos mios no se olviden de cerrar bien sus puertas por la noche antes de ir a dormir, si no lo hacen puede que no despierten nunca mas.